Internet

El martes 13 de mayo de 1997 comenzó a emitir su programa de radio en vivo y en directo, en tiempo real, por Internet. En mayo de 1999 instaló una cámara en el estudio, permitiendo así la interacción con los oyentes conectados por internet.

A fines de 1996 los ejecutivos de Startel me invitaron a la presentación de algo que se llamaba Internet.

En esa época yo me levantaba a las tres y media de la mañana para hacer mi programa matinal de noticias en FM Aspen. De manera que evitaba asistir a las reuniones formales que no me interesaban, Como no tenía la menor idea de qué era eso de internet, no fui. Startel era una empresa integrada por Telecom y Telefónica, estaba en la calle Leandro N. Alem 628, en el octavo piso, y fue el primer proveedor de servicio comercial de internet. Pero eso lo supe mucho después.

La cuestión es que pese a mi faltazo inicial, los de Startel insistieron y volvieron a invitarme a principios de 1997. Y como no podía ser tan desconsiderado, en esa segunda oportunidad fui. Serían las 10 de la mañana, yo tenía un sueño terrible, y empezó la reunión. Pusieron una pantalla, sobre la cual proyectaba algo. O iban a proyectar. Porque al principio no se veía nada, fallaba la conexión, que era dial-up.

Quiero recordar la generosidad de aquel grupo de jóvenes ejecutivos de Startel, que luego acompañaron y estimularon mi experiencia con internet: Eduardo Torres, Guillermo Bort y Guillermo Cacchione, entre otros. También estaba Carlos Mazalán, director de la agencia publicitaria que tenía la cuenta.

La verdad es que me estaba embolando, hasta que por fin se logró la conexión. “Vamos a ver la página del presidente de los Estados Unidos”, me dijeron.

Yo no entendía nada, pensaba que era algo parecido a una proyección de slides, algo así.

Empezó a verse la Casa Blanca, los hijos de Clinton etc.

Hasta que apareció la foto del gato de la familia Clinton. Y maulló.

Ahí me despabilé. Y me di cuenta de que eso que llamaban Internet y que yo estaba conociendo en ese momento... ¡tenía sonido!

Y si tenía sonido, era radio.

Lo demás fue un explosivo y desordenado aprendizaje.

En mi lista de agradecimientos figuran también Fernando Rebagliati (con una sola “t”) que era gerente de Comunicaciones de Movicom, empresa que hoy es Movistar. Ahora Fernando se ha convertido en Fernando de Vedia, un exitosísimo autor de literatura infanto-juvenil. Y Carlos Colotto, que tenía un cargo similar en Hewlett Packard.

Todos ellos (Colotto, Rebagliati, Torres, Cacchione, Bort, Mazalán) fueron muy generosos conmigo, y me apoyaron en lo que parecía una locura: trasladar internet a la broadcasting.

Aprendimos qué era el streaming. Y desde el primer momento intuímos que esa nueva forma de transmisión era tan importante como la tradicional por el éter. Un factor decisivo para el fortalecimiento de nuestra posición fue la conexión de miles de oyentes argentinos en el exterior, que empezaron a seguirnos desde todo el planeta.

Así fue que el martes 13 de mayo de 1997 empecé a emitir mi programa “La mañana de Julio Lagos” de FM Aspen por internet. En ese mismo momento inauguramos la vinculación por e-mail con los oyentes, que se sumó a la tradicional comunicación de los llamados telefónicos.

Y como al mismo tiempo chateábamos en vivo con los oyentes de todas partes, los reproches de algunos de mis compañeros de trabajo eran muy fuertes. Las productoras me decían que “desatendía el programa”. La productora comercial me llegó a descalificar afirmando que “eso era para una elite”.

Dos años más tarde, en 1999, también en FM Aspen, pusimos la web cam en el estudio.

Luego seguimos con el streaming por internet y la cámara en el estudio por todas las radios en las que estuvimos: 101, 5 FM Gen, FM Identidad, FM San Isidro Labrador, FM Sinfo, etc.

En FM Brisas de Mar del Plata, en noviembre de 2009, comenzamos a transmitir imágenes desde la calle, mientras hacíamos el programa en vivo desde exteriores.

La diáspora argentina, originada por nuestras cíclicas desventuras políticas y económicas, tuvo la consecuencia de construir una enorme audiencia fuera de Argentina. Por eso nuestra vinculación con los oyentes lejanos fue tan grande.

Hicimos varias reuniones con ellos, de manera informal, cuando viajamos a Europa. En Madrid, por ejemplo, en el Parque del Retiro. O en una pizzería del barrio de Malasaña.

Y hubo un encuentro fantástico en Barcelona, el sábado 6 de agosto de 2005, del cual hay en You Tube un video hecho por la TV de Cataluña.

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